Debo aclarar que cuando yo tendría 8 o 10 años fui testigo en otra leyenda. Se desarrolló en el comedor de mi casa. Seguramente era verano y el balcón permanecía abierto. Cuando se asomaba uno por allí podía contemplar el vuelo de golondrinas, palomas, murciélagos, mariposas …hasta que llegó la que portaba la ESFINGE DE CALAVERA que verán a continuación
Era de buen tamaño y parecía un pájaro. Yo no me atreví a tocarla; alguien la cogió y la metió en un tubo de cristal ; pasó el tiempo y se perdió. Se debió haber recurrido a un entomólogo para su conservación.
Como de costumbre, voy a pedir ayuda a Internet; ya verán como quedaremos bien documentados.
“Una de las mariposas nocturnas más curiosas que frecuentan los montes que circundan la Refinería de Petronor es la esfinge de la calavera (Acherontia artropos) Se trata también de uno de los mayores lepidópteros, pues sus alas delanteras pueden alcanzar los 10 centímetros de longitud y puede posarse hasta 9 gramos.
Esta especie de actividad completamente nocturno tiene un vuelo rápido e impetuoso y a menudo y a es atraído por la luz y por el olor de las sustancias dulces, por lo que a veces penetra en viviendas humanas y pastelerías.
El tórax de esta mariposa posee un dibujo amarillo circular con dos puntos negros que recuerda a una calavera. Debido a ello, ha pasado a formar parte de nuestros cuentos y leyendas que la consideran como mensajera de la muerte, ya que además cuando se siente en peligro emite un sonido lastimero producido por el aire que aspira a través de una estrecha fisura situada en su aparato bucal. Resulta fácil de imaginar el susto que provocaban estos insectos cuando en plena noche penetraban en las habitaciones de las viviendas y emitían tales sonidos, mientras exhibían la inquietante figura de una calavera grabada en su dorso. Por ello la superstición popular aseguraba que en la vivienda en la que entraba anunciaba un proximo fallecimiento.
Como casualmente en ocasiones entraban en habitaciones de personas enfermas o moribundas que no tardaban en fallecer, esta creencia quedó firmemente reforzada y grabada en la memoria colectiva de los habitantes de numerosos pueblos rurales. Lamentablemente debido a estas falsas supersticiones ha sido perseguida y aplastada sin piedad durante años”