Hemos llegado ya a la VIII serie de los Forjadores de América (en total son once); y como cada una consta de tres personajes, hoy le damos entrada al oficial de nuestra Armada de origen limeño cuyo nombre figura en el encabezamiento
Bautizado en Lima el 3 de junio de 1743 y fallecido en México el 26 de marzo de 1704. Fue un oficial peruano de la Armada española. Navegó desde el puerto de San Blas, en el actual México, entre 1774 y 1788 exploró la costa del Océano Pacífico del noroeste de América llegando hasta Alaska.
Su padre, Tomás, perteneciente a la nobleza montañesa de Cantabria, con alianzas importantes, se había casado con una criolla de la aristocracia limeña y no tardó en situarse entre la elite de Lima.
Inició sus estudios en con los jesuitas en el Colegio Mayor de San Martín, de la Real y Pontificia Universidad de San Marcos de Lima y luego ingresó en la Academia Naval de Cádiz a la edad de 19 años y cuatro años después obtuvo el título de oficial.
La expedición de 1775 estaba compuesta de dos barcos: el “Santiago”, dirigido por Heceta y la goleta “Sonora” por el teniente Juan Francisco de la Bodega, quien obtuvo el cargo de segundo oficial a pesar de que tenía mejores cualificaciones que los demás para haber sido designado como primer oficial. Pero debido a no haber nacido en la Península sufrió los prejuicios que había en aquella época.
En la expedición de 1979 navegó también como segundo oficial; la Marina española mantenía la norma de entregar los mandos a oficiales peninsulares.
Descubrió en California la bahía que lleva su nombre y juntamente con George Vancouver, las costas Occidentales de Canadá. Es autor de la carta geográfica de la costa occidental de California
De regreso a San Blas, Bodega enfermó y el 29 de marzo de 1794, encontrándose en Ciudad de México, falleció y fue enterrado en el Convento de San Fernando
Muchos accidentes de la costa del Pacífico de Norteamérica han sido nombrados en su honor, como la Bahía de Bodega, en California, donde ancló el 3 de octubre de 1775.