Siempre se ha dicho que en esta vida debemos ser agradecidos; por ello, sería imperdonable olvidar traer a estas páginas el sello que hemos elegido hoy, cual es el que nos acompaña, de 1996, que se emitió para conmemorar entonces los primeros cincuenta años de nuestro entrañable amigo el “Servicio Filatélico de Correos”, que tanto nos ha ayudado a continuar con nuestra afición; porque ella nos ha proporcionado muchas satisfacciones. Porque la ocupación de este colectivo, al parecer, comienza como el entretenimiento del ocio y termina como el que resuelve un puzzle. Poco a poco pierde la noción del tiempo y los sinsabores de la vida. Además, sea cual sea el tipo de colección que se emprenda no deja de ser pedagógica. Porque estos pequeños trozos de papel ilustrados nos proporcionan un sin fin de historias, aventuras y anécdotas
Al Correo, como organismo más cercano al usuario y a los coleccionistas, le corresponde establecer y regular la relación mutua y para ello se creó por O.M. de 6 de enero de 1946 el Servicio Filatélico de Correos.