El 25 de octubre de 2015 puse una entrada; esta ostentaba el título “El Papa Negro y El Papa Verde”. Podrán comprobar que el texto terminaba así: “Como el PAPA VERDE, de Miguel Angel Asturias, merece más atención, lo haremos en otra ocasión”. Y ya ha llegado el momento de cumplir mi promesa.
La obra a la que me refiero es la segunda parte de la trilogía que integran los libros Viento fuerte, El papa verde y Los ojos de los enterrados añade una aguda intención social a esos valores poéticos –mitológico y a esa observación de una realidad política.
En una plantación bananera de la Zona del Caribe, Miguel Angel Asturias retrata a uno de los personajes más apasionantes de las novelas hispanoamericanas, uno de esos aventureros norteamericanos de recio carácter, individualistas de temperamento casi renacentista, que se apodera de una sociedad frutera despojando en primer término a los cultivadores y luego a los mismos capitalistas de la compañía.
Para una documentación amplia de lo que supuso la United Fruit Company.
Se puede recurrir a varias fuentes; esta vez recurro a un PDF.
“La United Fruit Company, fue una compañía entre Centro multinacional estadounidense que producía y comercializaba frutas tropicales como bananas, piñas, ciruelas en grandes plantaciones ubicadas principalmente entre Centroamérica y el Caribe.
Esta compañía concentró un gran poderío económico fue acusada de corrupción política y de brutal explotación de los campesinos que trabajaban en sus plantaciones. En la actualidad, todavía existen bajo el nombre de United Brands Company.
La historia de United Fruit Company representa la evolución de muchas empresas en la época de la segunda revolución industrial y el proceso de grandes concentraciones de capital. La historia de esta compañía comienza con la Minor Keith, un empresario norteamericano que instalaba ferrocarriles en Costa Rica, en 1781, luego, Keith usó esos ferrocarriles para el transporte de bananas y más tarde utilizó sus ganancias para comprar campos de cultivo de bananas en Costa Rica, Guatemala, Nicaragua, El Salvador y Honduras.
Minor C. Keith
El negocio prosperaba. Pero en 1899, la empresa de Keith dió bancarrota, por lo cual debió fusionarse con una compañía competidora. De la unión entre ambas nació la multinacional United Fruit Company.
La nueva compañía llego a ser propietaria de enormes plantaciones de frutos tropicales, barcos de carga y ferrocarriles. También controlaba cerca de 30 empresas más, instaladas en Estados Unidos. Este es un buen ejemplo de capitalismo monopólico, la unión de un grupo de capitalistas que consiguen así el control de una gran parte de la producción de un rubro. La consecuencia directa es la concentración de riqueza en pocas manos.
La United Fruit Company fue acusada de explotar a sus trabajadores, así como de corrupción con los gobiernos para beneficiar sus intereses económicos, una práctica que produjo episodios como el de la masacre de las Bananeras, una protesta de 25.000 trabajadores agrícolas colombianos que fue reprimida por el gobierno y le costó la vida a más de mil campesinos. La empresa fue acusada de darle dinero al gobierno para que reprimiera.
El término despectivo “republica bananera” se utiliza desde entonces para denominar a aquellos países cuyos gobiernos son aliados de empresas privadas que tienen influencia directa en su política.
Fuente: Ecured
FILOSTAMP 